
Por eso a través de la cultura de resistencia quieren mantener sus legados ancestrales ante la inminente caída en la que está envuelto el mundo en su cotidianidad actual, en los albores de la sociedad consumista. Sus prácticas se mueven hacia un cuidado de si mismos con una permanente lucha basada en la oralidad por los constantes acechos de las distintas influencias de las diferentes leyes y modos de vida propuestos por el mundo actual, que pueden logran opacar en una forma preocupante todo ese mundo cosmogónico y ancestral de su cultura.
La cultura palenquera se manifiesta cual movimiento continuo que fluctúa entre la relación mágica del hombre, la naturaleza y la espiritualidad, un movimiento que en la propuesta es proyectado con la utilización de un video arte donde el foto video es su matriz principal, considerándolo como un recurso que permite materializar de forma conectada semióticamente entre sus cualidades y el imaginario que percibo y presento de esta cultura, en donde se funden como elementos a través de la edición grafica digital y se entrelazan con la intención de generar una constante fija (fotografía) y en movimiento (video).
Así, en el video las imágenes corren y el lenguaje visual se manifiesta de una manera continua con una serie de formas y símbolos representativos que son mostrados en su ritual como muestra permanente de la memoria colectiva, el movimiento de las imágenes que comienzan y terminan en un mismo punto son la respuesta a la necesidad que tiene la sociedad palenquera de querer preservar sus manifestaciones como parte del legado a las nuevas generaciones.

Es así como el espectador tiene la posibilidad de tener una experiencia a través de una imagen difusa en movimiento, y poder interpretar de manera intima un imaginario surgido a partir de este imaginario particular. En el videoarte todo está envuelto en una especie de bruma que sugiere lo intangible e inmaterial, lo misticismo y la magia presentes en esta cultura. Las imágenes figurativas utilizadas, se tornan a veces en imágenes difusas que dan una apariencia etérea, y en ese momento puede surgir el interrogante de los límites entre la real realidad y lo real imaginado o inmaterial.
Cada imagen es leída de una manera particular a pesar de estar en conexión continua por su forma de presentación, pues cada una representa un signo dentro de la simbología palenquera, así como en la cosmogonía primitiva, la intención no es presentar un acumulado de imágenes de objetos o espacios representativos del pueblo palenquero, sino, una mirada del imaginario del mundo que los hace diferentes a las sociedades tradicionales, a través de imágenes que considero se compenetran con la intención de la propuesta, donde se logran visualizar sus actividades diarias, aspectos del ambiente y la figura de la mujer, los que se transfiguran y adquieren un gesto y una plasticidad que permite que la imaginación vuele y el espectador pueda percibir a través de esta toda la magia que los envuelve, invitando así a establecer un valoración de lo palenquero como ente único de firmeza de lo cultural desde la conservación de lo propio.
La materialización de la propuesta a través del video arte se fundó como una composición a partir de vivencias personales en ese territorio, donde está la presencia de un sentir particular hacia el mundo palenquero. Las manifestaciones toman cuerpo a través de las formas espectrales que cambian incesantemente en el video o en la mente del mismo espectador.
En la propuesta se plantea una exaltación de las cualidades orales de la cultura palenquera, siendo la música y las manifestaciones orales una de las maneras utilizadas como medio de preservación de las tradiciones,aspectos importantes y fundamentales en el cosmos de esta cultura, estos elementos están presentes a través de la utilización de sonidos del re piquear de tambores, resaltando que este instrumento para la cultura palenquera tiene la connotación de estar vivo, de ser un conector entre la vida y la muerte, entre los espacios sublimes y terrenales; y la presencia de la palabra escrita como principio y fin de la cultura, como forma de reafirmación de lo palenquero a partir de la utilización de los nombres de cada uno de los capítulos tratados en la propuesta (I KELE – I KELE NÚ), implícitamente distribuidos de forma permanente en el rodaje de este.

El sonido del agua del arroyo estará presente como un elemento conector con las características de las imágenes en movimiento, resaltando que el agua en la cultura palenquera tiene un carácter místico y mítico, relacionada con la vida y la muerte, reflejado en la génesis del mito de Catalina Luango, (considerando la importancia de este mito estará en los anexos del presente texto) de igual manera este elemento.
El agua del arroyo para los palenqueros además de ser un producto de primera necesidad es fuente de vida para todos porque de ellos depende su diario vivir. El arroyo hace parte de su imaginario porque, además de servirle como base importante de sus quehaceres cotidianos es un espacio donde interactúan para dar riendas sueltas a su oralidad. Mientras las mujeres utilizan el agua para lavar cuentan sus historias.
I Kele Nú esta creada para ser exhibida vía internet en un computador dentro de un espacio museográfico que cumpla con un ambiente de poca luz y donde lo intimo del recinto se perciba para crear un contexto donde el tiempo y espacio dan lugar a lo mágico y místico de forma metafórica, buscando con esta la atmosfera particular que rodea el ambiente palenquero.